domingo, 9 de diciembre de 2012

Libro: "Estrategias de Lectura", de Isabel Solé. Ed. Graó.

Para iniciar este blog me gustaría comentar el capítulo 2 de este libro. Se titula: 2. Leer, comprender y aprender.

Este libro, y este capítulo en especial, nos ayudan a entender y a poner en práctica un tema importante en el área de Lengua como es el tema de la lectura.
Hemos de pensar que, como futuros o ya maestros de primaria, todo gira en torno a la lectura. Sin ella, los alumnos no podrían seguir la clase de matemáticas, o la de conocimiento. Por eso creo que debemos prestarle mucha atención y convertir a nuestros alumnos en "lectores activos".

Lo primero que me ha aportado este capítulo es un esquema simple sobre la lectura. Para leer "bien" tenemos que comprender lo que leemos. Pero, ¿qué es comprender? ¿qué factores intervienen en la comprensión de un texto?.
 De este capítulo he sacado el siguiente esquema:
Comprender = interpretar, relacionar los conocimientos previos con lo nuevo del texto.
Comprender= estructura del texto + coherencia y organización del contenido + los conocimientos previos del lector +  sus objetivos e intenciones.

De aquí se puede derivar que cada lector es único, por lo que hará una interpretación única y diferente, ya que cada uno tiene motivaciones, expectativas y conocimientos previos diferentes.
Esto es muy importante a la hora de trabajar la lectura con nuestros alumnos. Cada uno es diferente y nosotros como maestros debemos prestar atención y actuar de guía para que cuando ellos tengan que leer, sepan por dónde y cómo seguir y no hallen lagunas que hagan que se desmotiven y abandonen la lectura y se convierta en un agobio para ellos.

Hay que tener en cuenta también que, dependiendo del tipo de lectura, variarán nuestros objetivos y las estrategias que se utilizarán para la comprensión del mismo.
Por eso es importante buscar y acomodar los textos a trabajar al nivel y la capacidad de nuestros alumnos. Que no sean ni muy fáciles, que provoquen un desinterés porque ya los conocen; ni muy difíciles que puedan causar lagunas y vacíos y hagan que se desmotiven.

A mí me ha pasado algo parecido a lo anterior. Me desmotivaba mucho en mis clases de Literatura.
Me proponían poemas y libros para leer y después analizar. Y para mí era un suplicio.
Tenía que aprender de memoria "lo que significaban", "lo que el autor nos quería decir". Yo casi nunca veía lo que el autor nos quería decir. Era algo que me contaba el profesor y yo lo aprendía de memoria. Me sentía bloqueada. Quizás porque, como se dice en este capítulo, no podía usar mis estrategias a la hora de realizar una lectura. Porque no compartía los objetivos o porque no estaba nada motivada por una lectura ya desmigada. (Solé, I. Cap.2, pág. 4 y 5).

Por eso creo que debemos ser maestros guía y ayudar a nuestros alumnos a que descubran por sí mismos lo que la lectura les ofrece. Que creen sus propias estrategias de lectura y sean capaces de aplicarlas.
Así lograremos nuestros "lectores activos", que sean capaces de disfrutar de cualquier lectura, sin agobiarse, que aprendan y sean capaces de comprender e interpretar para incorporar los nuevos conocimientos a su bagaje.
Porque como dice la lectora hay que "Aprender a leer y leer para aprender" (Solé, I. Cap. 2, pág 6)

1 comentario:

  1. Quizás me faltó un maestro que me llevase más al mundo de la lectura, y por eso ahora leo poco. Muy buen artículo,jeje ;)

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